Libertador Simón Bolívar |
En los tiempos de la Independencia no se conocían los adelantos en las comunicaciones que hay en la actualidad, como los transmisores por satélites, los teléfonos celulares, equipos de radiotransmisión, telégrafos y teléfonos digitales. Los jefes de los cuerpos militares que peleaban por la libertad de Venezuela se transmitían las órdenes mediante los servicios de un corneta que tenía rango de oficial subalterno. El Libertador Simón Bolívar, el general Páez y otros altos jefes y oficiales utilizaron los servicios de un oficial que se llamaba Juan de Dios Agraz.
El era de origen pardo, es decir, afrodescendiente, y había nacido en Villa de Cura, estado Aragua, en 1802. Su accionar en la guerra comenzó en el valle de Aragua y por su valor en los combates fue ascendiendo hasta alcanzar el grado de capitán. Le correspondió actuar en los días trágicos de la Guerra a Muerte y de la Segunda República. Agraz tuvo la suerte de ser tomado en cuenta por el Libertador, quien ordenó que lo enseñaran a tocar el cornetín y después pasó al servicio directo del Estado Mayor del ejército al mando de Bolívar como corneta de órdenes. En tal virtud le correspondieron las peripecias de campañas y rudos combates.
Estuvo con el Libertador en la expedición de Los Cayos, Haití; el desembarco en Ocumare de la Costa, Choroní, Carúpano y Margarita. Participó en la Campaña del Centro en 1818. Estuvo en la batalla de Carabobo, en la toma de Puerto Cabello en 1823, al mando del general Páez; hizo la campaña que se realizó al sur de Nuestra América, llamada Campaña del Sur, y le correspondió participar en las batallas de Boyacá, Bomboná, Pantano de Vargas y en la de Pichincha, donde resultó herido y por eso no pudo estar en la batalla de Ayacucho.
Cuando se retiró del servicio el Libertador le regaló una boquilla de trompeta de oro, que nunca abandonó hasta el día de su muerte. El capitán Juan de Dios Agraz estuvo al lado del general Ezequiel Zamora en la insurrección campesina y antiesclavista de 1846 y por esto fue detenido y condenado a 10 años de presidio en la isla de Margarita. Al ser indultado, durante el Gobierno del general Monagas, regresó a Villa de Cura a trabajar la agricultura hasta que estuvo muy anciano.
El capitán Juan de Dios Agraz, que recibió tantas veces la orden del Libertador para tocar ¡Fuego y adentro! o el toque de uno y catorce para comenzar la pelea, falleció en su Villa de Cura natal el 16 de agosto de 1889.
*Correo del Orinoco. Texto Oldman Botello. N° 101 • Lunes 13 de mayo de 2013. En la Escuela.